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Hace poco nos sobrecogía la noticia de que más de 700 personas habían muerto y otras tantas habían resultado heridas en una avalancha ocurrida durante la peregrinación a la Meca. Se produjo una montonera y esos cientos de personas murieron asfixiadas o aplastadas por la multitud.
Realmente una tragedia. Ahora bien, ¿Por qué este tipo de sucesos solo nos ocurre a las comunidades de humanos y en cambio otras comunidades, como por ejemplo, las hormigas, que se desplazan en número de miles de individuos al mismo tiempo logran evitarlas?
De hecho, lejos de aprender de otras especies, nosotros seguimos insistiendo en el error. Un artículo publicado en 2010 en la revista Medicina de Desastres y Preparación de Salud Pública subraya que este tipo de trágicos sucesos se ha duplicado en las dos últimas décadas.
En términos puramente científicos, las avalanchas o estampidas son la consecuencia de la confluencia de varios movimientos de gente en sentidos diferentes. Es decir, se produce un choque de multitudes o un cambio de sentido repentino de la marcha por una parte de esa multidud que resulta arrollado por el resto.
Por mucha gente que se concentre en un lugar, todo resulta normal mientras que la gente que marcha adelante se mueva en el mismo sentido y ritmo. Los que les preceden se acoplarán a la marcha. John Fruin, especialista en este tipo de asuntos escribió en 1993: “En ocupaciones de alrededor de siete personas por metro cuadrado la multitud se vuelve casi una masa fluida. Las ondas de choque se pueden propagar a través de la masa lo suficiente como para que la gente sea levantada por el aire e impulsadas hasta tres metros de distancia. Semejante presión hace que sea difícil respirar”.
En este sentido, los expertos aseguran que los que se dediquen a la seguridad en este tipo de eventos y eviten que se produzcan avalanchas tienen que garantizar que los espacios no deben de ser ocupados por más de cinco personas por metro cuadrado y que deben de diseñar unos itinerarios lineales, sin obstáculos que hagan que los de adelante ralenticen o se vean obligados a cambiar el ritmo de la marcha.
La entrada Avalanchas humanas, ¿Cómo evitarlas? aparece primero en Más que Ciencia.